sábado, 8 de octubre de 2016

ELTABACO Y YO

Acà en Japòn durante los breves descansos de la jornada laboral, es frecuente ver gente fumando mientras conversan, personalmente desde ya hace un buen tiempo siento una repugnancia por el olor del tabaco.  No hace mucho este nocivo producto subiò de precio pero el vicio puede màs y mucha gente tiene su presupuesto exclusivo para comprar este producto que causa tanto daño en el organismo humano.
Ya le comentè a un compañero de trabajo que lo consume asiduamente y se lamente de no poder ir a su paìs de orìgen:le dije,  si tan sòlo dejaras de consumirlo tendrìas ìntegro el pasaje para viajar, le preguntè cuaànta cajetillas consumes, me dijo entre una y dos por dìa, en dos son 860 yenes por dìa, multiplicando por un mes y luego por un año sale la sorprendente suma de  309,000 yenes, o sea practicamente el pasaje para dos personas.
En lo personal creo que es una tonta manera de perder dinero, pero dejar ese vicio tan dañino depende de cada persona y la fuerza de voluntad que tenga. Mientras tanto, seguirè lejos de los que fuman.



sábado, 1 de agosto de 2015

Festival de Fuegos Artificiales

Para  mis amigos que no viven acá en Japón, Hanabi proviene de 2 kanjis(carácteres japoneses) que significa "Flores de fuego", en algunas ciudades importantes de este país lo hacen en el verano   a la rivera del río y generalmente dura alrededor de  2 horas casi initerrumpidas a sus alredores se instalan negocios  de diverso tipo de comida y dulces.  Un hermoso espectáculo digno de admirar y disfrutar.


sábado, 28 de marzo de 2015


Templo "Banna-jin" frente a mi apato. Data del año 1,116, fue vivienda de los samurais,  siempre a fines de año, específicamente para el 31 de Diciembre,  es visitado por muchas personas que llegan con la familia  para orar y pedir que el año venidero esté lleno de cosas buenas  tanto en la salud como en lo económico,  sin duda un lugar con mucha historia.

Atardecer de invierno Febrero 2015


domingo, 19 de agosto de 2012

Si nos comportáramos como afuera





Estuve en mi país hace poco, y apenas llego comienzo a observar, espero que cambie a rojo para cruzar, soy el único que espero, no manejo pero voy en el primer asiento en el microbús, la ley de la selva impera, mientras más grande la movilidad mejor, me pregunto: cuánto esfuerzo cuesta esperar, esperar a que cambie el semáforo, esperar a que pase un auto en el cruce con el letrero de “Pare”, cruzo por el puente peatonal, me siento solo, los demás ni idea por dónde cruzaran, la sra. pasajera del omnibús bota un papelito, no es gran cosa lo que bota pero cuántos más lo harán?, dicen que nuestro país está avanzando, pero debería de ser a la par con los valores de la gente, con la conciencia cívica, me duele mucho ver como la gente ensucia las calles, el desorden del tráfico, el caos en muchos lugares, cómo sería si nos comportáramos como lo hacemos en el extranjero, acaso es necesario irnos a Miami para divertirnos y sentirnos seguros, la mentalidad de la gente tiene que cambiar, mientras en los programas de tv. nos muestran lo maravilloso de otros países, nos admiramos pero nada hacemos por cambiar, será díficil acaso enseñarles a nuestros hijos los valores, el comportamiento de un buen ciudadano?.
Nos quejamos de los robos, pero acaso nosotros no tenemos culpa de que eso suceda?. Si nos roban, corremos raudos a algún sitio donde venden cosas robadas, entonces lo que estamos haciendo es mantener el ciclo robo-venta-robo, una cadena, un círculo vicioso de nunca acabar, entonces quién tiene la culpa?, en algunos países como Japón, el que vende cosas robadas y el que compra cosas robadas tienen el mismo grado de culpabilidad y consiguientemente encarcelados, a simple vista algo tan simple como ceder el paso a un auto para no entorpecer el tráfico desde ya es algo que aliviaría en algo el caos vehicular.
Conozco gente que piensa igual que yo, ojalá de acá a unos años mucha gente tome conciencia y dejar de pensar en que saliendo del país vamos a cambiar o viéndolo desde fuera vamos a hacer que cambie si nosotros mismos no somos capaces de cambiar.